¿Es justo definir la justicia?
- patricia13g
- 24 sept 2017
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En esta conferencia en la fundación Juan March, Michael Sandel (profesor de Harvard) expone diferentes vías de aproximación a la idea de justicia.
- Maximización del placer, bienestar colectivo (utilitarismo)
- Respeto de los derechos individuales. Derecho de cada uno a elegir como vivir.
- Virtud cívica y bien común.
En otro orden de cosas, el profesor critica la fe ciega que la política tiene en el mercado. El mercado define la idea de justicia, y no es cuestionada, de hecho, los políticos realizan discursos neutros, temen traer los debates morales a la política.
Siempre digo que la ley cambia la trayectoria de la sociedad, pero también la sociedad define el destino de la ley. Aunque considero que es más complicado que este último sentido se realice, éste representa la fe en los mercados de la que habla el profesor.
Considerando a la política desde un punto de vista teórico-idílico, ésta ha nacido para salvaguardar el interés general, (o justicia). En los Estados democráticos, se trata de un concepto inmejorable, pues cada grupo político representa y da voz a las diferentes facciones de pensamiento que hay en la sociedad. De este modo, el diálogo moral que reivindica el profesor lo estarían realizando los políticos en nombre y representación de los ciudadanos.
Digo que es una idea idílica porque hay muchos más factores que entran en juego de los que yo he expuesto. Dejando a un lado que la política en ocasiones se transforma en un concurso de popularidad, pongo de relieve ahora una cuestión, ¿la opinión pública moldea la opinión mediática, o es al revés? A veces se me ocurre pensar que los medios de comunicación moldean la opinión de la sociedad, haciéndoles creer que una determinada ideología está en boga. Que se reitere un tema en los periódicos o se le caricaturice llevándolo a los extremos puede moldear la creencia individual de que la ideología general es una concreta (sobretodo cuando el sujeto no acostumbra a contrastar la información que percibe)
A lo que voy, es a que más allá de una mesa redonda de expertos, una conversación entre amigos en un bar, o la homilía de un cura, es difícil crear un dialogo de dimensiones estatales sobre temas morales. Es difícil y puede llegar a ser peligroso, ¿a quién le damos la palabra?, ¿tomamos como definitivas las conclusiones a las que lleguemos (si es que llegamos)?, ¿como gestionamos el conflicto social que segruamente se generaría?
Probablemente el profesor no se refería al diálogo social de la manera en que me estoy refiriendo yo, seguramente mi punto de vista no sea el más acertado, pero ya sabéis que solo escribo para conversar con mis pensamientos y aportar mi granito de arena.
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